Los tatuajes se caracterizan por la acumulación de un pigmento exógeno (tintas), el cual es depositado en las capas intermedias de la piel mediante el uso de microagujas, lo cual los hace relativamente permanentes.

Aquí contamos con tecnología de punta para reducir el pigmento de los tatuajes de forma progresiva, mediante un dispositivo láser Q-switched Nd-Yag, el cual es un tratamiento eficaz y seguro.

El láser Q-Switched Nd:YAG (Neodimio-Ytrio-Aluminio-Granate) es un tipo de láser muy utilizado en dermatología y medicina estética, principalmente por su capacidad para tratar diferentes afecciones de la piel. 

Este láser genera pulsos de alta energía en períodos extremadamente cortos (nanosegundos), lo que le permite fragmentar pigmentos o tatuajes sin dañar el tejido circundante.

Para mejorar el aspecto de los poros dilatados contamos con diferentes tratamientos como las microagujas (Nanopore Stylus 02) y láser CO2 fraccionado. 

Estos pueden usarse por sí solos o en combinación tratamientos tópicos u orales para potenciar su efecto, dando un aspecto más uniforme de la piel.